domingo, 14 de noviembre de 2010

Yo no trabajo (o soy mantenida) Cap III

El tiempo libre (osea, todo el tiempo)

Después de las primeras reflexiones sobre mi intempestivo cambio de estado laboral y sus efectos psicológicos, y también gracias a las reflexiones de mis amigas lectoras, que de uno u otro modo han  redondeado mi idea con sus valiosos comentarios. (eso es lo bonito de esta cosa del blog), he podido ampliar un poco mi espectro. Como conclusión, creo que las parejas son un equipo, que se deben apoyar, ser flexibles e intercambiar roles de acuerdo a la demanda del periodo particular por el cual estén pasando. Esto especialmente cuando ya hay hijos.
He pensado también que, en la vieja escuela el ser  una dueña de casa “mantenida”, de esas  que hasta la plata para el churrin se la da el marido, era como recibir un sueldo por todo ese gran trabajo que significa mantener una casa y criar a los hijos. Sueldo que por cierto, siempre será insuficiente, ya que especialmente la segunda labor  no tiene (ni debería tener) un precio, pues su  valor es incalculable.
Pero yo en mi situación de mantenida, no tengo razones del tipo domesticas o de crianza, para justificar mi “sueldo”. Esta nuestro buen Emanuel , que se encarga de la limpieza y cocina tan bien, al punto de que ni me animo a preparar mi famosa lasaña. Tampoco  tengo hijos, ni un gato al que cambiarle la arena de la caca.  Es decir, lo único que tengo es TIEMPO.
Podría disfrutar más de mi buena fortuna, si no tuviera serios problemas de autogobierno, concentración y eso de dejar todo para después, un después que se demora mucho en convertirse en ahora.
Siempre recuerdo a una viejita chorísima de Valparaíso que un dia salió en la tele;  amaba tanto al puerto que dedicaba sus días a la restauración de no sé qué cerro, y decía que ella no se perdonaría un día sin hacer algo provechoso a favor de su ciudad, y así mismo, de su propia vida. La veterana afirmaba que estar en actividad era lo que la mantenía viva. Pienso que quizás esta señora ya está muerta, y me anda puro penando,  porque pucha que me acuerdo de ella. Y lo más que la recuerdo, lo más que me siento inmovilizada en mi inercia, pero a la vez inspirada a moverme y ganar la lucha entre mi mente  y mi consciencia que alega que mejor es HACER que no hacer.
Fue así, como en este paraíso vacio de deberes y lleno de pensamientos y culpas al respecto, me encontraba cada noche pensando que ya un día mas de mi vida se había ido, y yo no había hecho nada provechoso, no había leído nada de lo que (supuestamente) me interesa, no había pegado un botón, o hecho-me la manicure, (cuidado personal minimo pos galla!!) en fin…no había hecho… NADA!
Así que después de un par de días de mucho darle vueltas, me diseñé el siguiente programa o timing básico a seguir diariamente:

9:30:                      Desayuno :  Como no hago nada  no estoy cansada, por lo tanto no me cuesta nada despertar. Ósea, despertar a las 9:00 am para pedirle nuestro buen Emmanuel que me lleve el desayuno a la cama. Si, pedirle el desayuno y comenzar  el día sintiéndome una floja, carerraja mantenida que toma desayuno en cama servido por su nano negro. 

10:00                     Salir de la cama: Fácil. La cama Nigeriana es la más dura de la vida. Después de esto creo que estoy lista para cualquier clase de lugar que se presente para descansar los huesos. 

 Ejercicios            Mi actividad física es casi nula, y temo a engordar. No es que antes hiciera ejercicios, pero al menos caminaba 40 minutos diarios y hacia el aseo de mi departamento una vez a la semana.  Tampoco me inscribí a un gimnasio porque con  el nivel de conflicto que me causa ser mantenida, lo ÚLTIMO que haría es pedirle plata a mi “mantenedor” para ir al gimnasio. Como  me han recomendado que tener un mínimo de actividad física es fundamental para no volverme loca, como temo que me puede ocurrir esta situación, me refugie en esta joyita old fashion que encontré en youtube:
Nice and easy, videos de 8 minutos que parecen película porno ochentera. 


Un día que Emmanuel abrió una lata de choclos para ensalada,  se me acerco todo confundido y me trato de explicar que no sabía porque los choclos estaban tan hechos puré. Le dije “no wahala” (no te preocupes en nigeriano). Y me hice bien la lesa no más. Me dio vergüenza confesar que ocupaba las latas para mis ejercicios de brazos .

11:00                       Ducha

11:30                     Encender computador: 45 minutos para vagar en la web. Revisar emails, Facebook, Twitter, Msn, Gtalk : Este es un momento decisivo. Donde mi dispersión toma las riendas del asunto y yo me pierdo. Facebook es lo primero que abro. Avanzando entre las notificaciones, una foto lleva a la otra, una persona conectada puede significar  una conversa de media hora. O me acuerdo de alguna persona del pasado, y la busco, solo para ver cómo está hoy. Luego twitter, espacio en el que la mayoría de las veces hablo sola, pero siempre eta la esperanza de que lo digo haga algún eco, o le de risa a alguien, es lo que me hace recorrer mi Time Line, una y otra vez, y hacer click sobre el home para ver si un nuevo tweet ha aparecido. Y luego volver así de repente a Facebook para ver si alguien ha comentado algo durante los 2 minutos  que cambié de página. Gmail está lleno de cosas que no me interesan, casi nunca tengo un mail realmente interesante desde que llegue en Nigeria, antes eran los de mi amado lejano los que esperaba ver a penas abría el inbox. Misma cosa con la gente conectada para conversar (odio el termino chatear). Como a esta hora en chile son recién las 7 am, no hay nadie con quien hablar. Así que no corro mucho peligro por estos lados. Vuelvo a FB, vuelvo a twitter, vuelvo a sapear otro perfil de FB porque si, ufff. Pero calma, que ahora tengo un timing y no va a fallar. 

12:15                     Clases de italiano: Me recomendaron esta página para aprender idiomas on line. www.livemocha.com. Y es bakan. Me matriculé en italiano porque siempre vale saber otro idioma (al menos nociones básicas), porque soy mitad Italiana, porque mi novio es Italiano y  porque (ni dios quiera) si discutimos, que manera más teatral de hacerlo que en Italiano, un idioma que te permite gritar sin parecer oficialmente enojado. El italiano es un idioma que te permite gritar tranquilo. (lo de las discusiones se me ocurrió justo ahora, y es talla, ok?)

13:00                     Escribir para mi blog mínimo 45 minutos. Sin internet conectado:  No se si se han dado cuenta, pero el tiempo entre post y post en mi blog es, mínimo, una semana. Y no es porque no tenga que decir, ni menos un asunto de tiempo (estoy diciendo que tengo todo el tiempo disponible para mí) En “Mis Documentos” carpeta “Blog”, hay al menos 10 artículos empezados y dejados a primer párrafo  para “terminarlos después”.  El asunto es que para mí, enfrentarme al Word en blanco es como enfrentarme a mi misma y #confieso que eso, siempre pretendo dejarlo para el momento más lejano posible. (Nota mental: aqui puede estar la clave a todos estos males míos.)

14:00                     Volver a vagar por la web          
15:00                     Almuerzo

15:30                     Lectura de algún libro. 30 minutos mínimo. Acá seguramente me voy a quedar dormida de la manera más rica que existe: con el libro cayéndoseme  de las manos sobre la cara. Después voy a despertar toda atontada y con cicatrices de cojín en la cara.
Seguramente cuando despierte de mi lectura-siesta, ya se acercará la hora de que mi “mantenedor”  llegue le su trabajo, y en este momento se activará la mujer incomprendidamente machista, que anda por ahí en mis genes. Esa herencia de las mujeres de mi familia. Entonces empezaré  a pensar en que mi caldo de cabeza no tiene que notarse, que él es el mejor novio del mundo, y que gracias a que la vida nos juntó, estoy en África, conociendo cosas que nunca antes me habría imaginado, que voy a seguir conocimiento otras rarezas del mundo y que, al fin y al cabo, merezco todo el tiempo libre que tengo. Solo porque si. Por eso, para él va dedicada la última actividad del timing de su chica-ni-tan-enojada-de-ser-mantenida:


Ah! Y el gran misterio: cumplí o no con el programa? Dígamelo en sus comentarios. Gracias.