jueves, 16 de diciembre de 2010

Anticoli Corrado:como en un cuento.

Dicen que en la vida todo se devuelve. La naturaleza esta formada por ciclos, que se repiten con una sabiduría maravillosa en los seres humanos y creo que también, en los sistemas familiares y las relaciones entre las personas.  Una vez alguien me dijo que si uno tiene antepasados que han emigrado de un país distinto al de uno, hacia el país de uno, llegará un momento en la vida en que uno “los devuelve” a su país de origen. (me explico?) En palabras más simples: Virgilio, mi bisabuelo era italiano y emigró a Chile. Mi hermano comenzó con la devuelta hace 4 años, tiempo que lleva viviendo en Milán. Ahora me tocó a mí pasar un mes en el sur de la bota. No es una vida, pero como siempre tengo algo que contar.

Llegamos a Roma un domingo gris y lluvioso, el ultimo de octubre. Era mi segunda vez en Fiumiccino y como siempre, la fortuna de que mis maletas (esta vez nuestras) aparecieron en la cinta sin demora, me acompañó. 

Es increíble como el color del cielo puede cambiarle la cara a una ciudad. La influencia del sol hace a los lugares más deseables, y su ausencia tiende a alejarnos de ellos. Al menos para mí, la luz del sol, aunque no me dé mucho calor, es algo muy importante. 

El plan era pasar todo noviembre en Anticoli Corrado un pueblo en la campaña Romana, en el valle alto del rio Aniene, de donde proviene el padre de mi novio, y de donde él se siente también originario.

Después de tomar la carretera, no hubo que esperar mucho para que empezara a regalarnos sus postales: pequeñas colinas escaladas por construcciones que parecen ruinas de cal muy bien mantenidas, como reliquias de museo al aire libre. (Bueno, Roma es un poco eso).  El verdor de los pastos que rodea las colinas y las ovejas pastando ahí, junto a los olivos, hacen pensar que en cualquier momento aparecerá Rapunzel con sus trenzas colgando,  asomada de uno de los campanarios. Cuando miras desde el camino cuesta imaginar que allí vive gente y se desarrolla una vida “normal”, porque parece todo sacado de un cuento.  


Anticoli Corrado es conocido como "Il paese degli artisti e delle modelle", “el pueblo de los artistas y las modelos”.. Las modelos que modelan los artistas, claro está. Porque desde la primera mitad del año 800, pintores y escultores del norte de Europa se avecindaron por aquí haciendo suyas las estrechas callecitas y sus casas, tomándoselas como estudios de arte. Y como las Anticolanas son bellas, eran requeridas como musas. Aun existe este concepto y no es raro ir subiendo una empinada escalera y encontrarse con un pintor de mameluco manchado, que sale de una puerta pequeñita y te saluda con acento no italiano. No me olvido tampoco  de decir que Anticoli tiene el uno de los museos de arte contemporáneo más antiguos e importantes de Italia

El pueblo s encuentra a 58 kms del centro de Roma, media hora en auto, si es que no hay taco, y se eleva  508 mts sobre el nivel del mar. Para alcanzarlo hay que serpentear una colina en curvas cerradas sobre un camino angosto y sin berma, esta vez cubierto por las hojas rojas, amarillas, cafes y verdes del otoño.  En una de las curvas, casi al llegar, se puede divisar una construcción de piedra, omo una casita con los espacios para las puertas y las ventanas, pero sin ellas. Mi novio me cuenta que fue hecha por su “nono” para servir de lavadero publico a los vecinos, por alla por los 60s.  ESto me hizo pensar ya que la vida familiar en este lugar, sale de las paredes de las casas de cada uno, para instalarse en toda la comunidad.


Cuando ya parecía no haber mas curvas, la vista hacia lo que habíamos dejado atrás y abajo era un espectáculo: 180° de  horizonte lleno de montes cercados por anillos de niebla con las cabezas de sus casitas asomandose por ahí. Asi de pronto, entrarmos en recta final hacia la plaza, una de las mas bellas de Italia según los Anticolanos (y yo estoy de acuerdo) que nos recibe diciendo: “Bienvenidos a Anticoli Corrado. Hoy estoy llena de gente porque hay un funeral”.  Durante el mes  que estuve allí, hubo cuatro funerales. Toda la gente bajaba a la plaza, rodeando la iglesia, con ropa especial (son Italianos y es innegable que se visten bien a todo nivel) a despedir al vecino y amigo.  Porque aquí la vida se vive, se celebra el nacimiento y se acepta la muerte, porque hay tiempo para todo. Porque me imagnio que eso es lo lindo de la vida en los pueblos.


En Anticoli viven alrededor de 1000 personas, de los cuales los que mas se dejan ver son los adultos mayores: los viejitos del pueblo, esos que leen el diario en la plaza y miran el ciclo del agua de la fontana, como si fuera el tiempo de la vida. Los que conversan entre ellos antes que empiece a hacer mucho frio y se oscurezca.  Ellos deben tener una larga vida porque su corazón es fuerte de tanto subir y bajar las calles estrechas. HAbia un señor que pasaba cada tarde por fuera de la casa en la que yo estaba, lo veía por mi ventana bajar lentamente, apoyado en sus muletas, y después de mas de una hora, subir cuesta arriba. Y yo ahí sentada viendo la tele daba gracias a la vida por esta señal de que me tengo que mover mas. 

Ahí pescaba mi chaqueta y salia, para expiar mi tendencia al pecado capital de la pereza , a dar un paseo. Subir la callecita en medio de los Fiat Panda estacionados fuera de las casas, la ropa tendida en las ventanas, los gatos mirándome asustados y dejándome con las ganas de tocarlos (malditos presumidos!). Luego bajar por otra calle, asipirar el aire limpio y con olor a leña y chimenea. Ver oscurecer llegando a la plaza y sentir la mirada de las señoras que van entrando a la iglesia sobre mi. La afuerina. Entrar al minimarket , siempre después de las 4 si es en la tarde porque la siesta es una institución. No se si la duermen, pero  el comercio (es decir minimarket, panadería, bazar, bar, perfumería, carniceria, correo que a la vez tiene una caja de banco, farmacia y una boutique que es propiedad de la prima de mi novio) cierra entre 1 y 4 tirado pa 5. 

Aca viven familias, con niños que van a la escuela local que aguanta hasta el equivalente a octavo básico, la “elementaría”.  La mayoría de los jóvenes viajan diaramente a Roma para trabajar, sacrificando un par de horas de su dia, a cambio de vivir en un lugar tranquilo y hermoso. 


Existe un arriago grande al pueblo, la vida aunque no parezca, se mueve. Hay un coro, una asociación cultural, un movidísimo grupo de teatro de adultos mayores. La gente se conoce toda entre si (y al principo pucha que te miran si eres nueva) y conversan en las calles y donde se encuentren. Eso es muy italiano: comentar todo, expresarse. Sacar la conversa y extenderla y si es con una taza de café en la mano, mucho mejor.  

En los meses de sol, Anticoli es un destino bastante visitado, incluso llegan buses con turistas extranjeros. Hay dos ricos restaurantes y un hotel. La vista, los colores, la tranquilidad,y la sensación de sentirse dentro de un cuento , son impagables, asi que si usted va a Roma, déjese un espacio en la loca agenda de la vacanze romane, y suba a Anticoli Corrado.